Reto de hoy:
Dedica un rato a pensar ¿qué quieres?
Pregúntate que deseas de la vida: ¿amor, reconocimiento,
cariño, éxito, fama, dinero?
Qué es lo que realmente quieres.
Nos quejamos, protestamos, sufrimos, nos deprimimos por
lo que no queremos, pero sabemos realmente ¿qué queremos?
Es mucho más difícil averiguar eso que conseguirlo. Os
reto a que lo descubráis, a que lo veáis con nitidez y lo escribáis en una agenda.
Llegar a ello después, saldrá solo.
Cuando vuestros ojos lo vean escrito, vuestro cerebro guiará
vuestros pasos.
Os animo a correr, incluso caminar, para descubrirlo. El
movimiento estimula la imaginación y despierta el ingenio.
El trote proporciona
la anestesia racional necesaria para alejar los pensamientos saboteadores de sueños.
Cosed vuestra respiración a vuestros pasos. Recordad que
ya lo hizo Wendy con Peter Pan, le cosió su sombra para que pudiera volver a
volar. Los niños saben lo que quieren,
seamos un poco niños.
Dicen que Einstein salía a caminar cuando se atascaba.
Hoy os reto a moveros para pensar:
¿Qué queremos realmente de la vida?
Yo lo descubrí así y después mi cerebro me chivó la fórmula
para obtenerlo, es muy muy sencilla.
Me dijo: “ Si quieres dos, da tú cuatro o mejor seis”.
Me contó mi hermana Sole hace unos años, que cuando vivía
en Shenzhen (China) una amiga suya estaba
pasando un momento muy malo económicamente. Llevaba allí varios años con su marido
e hijos pero su empresa no terminaba de despegar y estaban hasta arriba de
deudas. Ella no tenía mucha fe porque nunca se la habían transmitido de pequeña
y simplemente no había tenido ocasión de acercarse a Dios. Un día desesperada porque
no llegaban a fin de mes pasó casualmente delante de una de las pocas Iglesias
Católicas que había en ese rincón de China y algo le hizo entrar. Se sentó y
estuvo allí un rato en silencio, cuando pasaron el cesto, se metió la mano en
el bolsillo sacando los últimos cien euros que casi le quedaban para cerrar el
mes y los echó sin pensar.
Al llegar a casa su marido le abrió la puerta con
lágrimas en los ojos, le acababa de llamar una empresa para cerrar un contrato que
tenían pendiente desde hacía dos años y que habían dado por perdido.
Pilar Amian
Cofundadora del Método Walden
pamian@metodowalden.com
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