El reto de Hoy: Piensa en la pérdida de algo que tienes
Imagínate haciendo lo imposible para evitarla.
Hazlo.
Piensa en algo que te acompaña desde hace tiempo y cómo lamentarías
dejar de tenerlo:
El cariño de tu marido, la admiración de tus hijos, tu trabajo,
tu salud, tu estado de forma, tu peso actual, alguna amistad especial, tu
status quo……
Imagina todo lo que serías capaz de hacer para volver atrás
y recuperarlo.
Si te dieran esa segunda oportunidad, estarías dispuesto a
mover cielos y tierra, aquello que te hubiera parecido muy difícil o imposible,
se volvería posible. Tu imaginación diseñaría alas para ello.
Dedicar más atención a nuestros hijos, decir esa palabra
amable o reconocimiento que se nos atasca en la boca tan a menudo, pedir
perdón, priorizar determinadas actividades, añadir un esfuerzo extra a tu trabajo,
movernos, empezar a hacer deporte, comer mejor, ……
El miedo a una pérdida nos moviliza antes que la promesa de
una ganancia.
Si te dijeran, te doy 1.000 euros si te levantas ahora y
sales a hacer 21 km, lo más probable es que, si no eres un runner, ni lo
intentes; pero si te cambian la premisa y te amenazan con quitarte esos 1.000
euros de tu cuenta sino los corres, sales
a por ellos aunque termines arrastrando tu cuerpo.
¿Porqué?
La ganancia no está en nuestro escenario diario, por eso nos
cuesta más imaginarla, sin embargo la pérdida la dibujamos perfectamente, nos quitan algo
que nos acompaña día a día.
“Virgencita virgencita que me quede como estoy”.
Lamentablemente para quedarnos como estamos debemos HACER.
No hacer implica perder.
En el Running ponte el mismo reto.
Motívate visualizando lo que perderías sino sales.
“La satisfacción del trabajo bien hecho, tu estado de forma
actual, el ritmo medio que has logrado, las endorfinas recorriendo tu sangre, el
placer de beberte esa cervecita fría bien merecida, la alegría de comentar tu
salida con tus compañeros de running….
Te quedarías en la cama sin dormir o sentado delante de la
tele repasando esa lista de sensaciones que te habrías perdido.
Lo que ganas saliendo no motiva tanto, como lo que perderías
sino lo haces. Así funciona nuestro cerebro.
Por eso Hazlo. No importa cómo ni cuanto, sólo ponte las zapatillas
y sal.
Nuestra imaginación tiene límites y nos engaña haciéndonos
creer que aquello que nuestro cerebro no sabe imaginar es imposible.
Haz este experimento: “Pon a tu cerebro bajo presión contándole
lo que perderías si no te movilizas y verás que pronto te descubre su capacidad
creativa.”
No lamentes nunca no haberlo hecho.
Hoy la vida te ofrece esa segunda oportunidad
Pilar
Amián
pamian@metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
Os dejo con una foto que nos
manda Paz desde Africa.
Yo me imagino perdiendo esos amaneceres mientras escucho el sonido de mis pasos.... y me digo "debo seguir trotando aunque cumpla años, a cualquier paso, el día que me siente no podré volver a hacerlo"
Yo me imagino perdiendo esos amaneceres mientras escucho el sonido de mis pasos.... y me digo "debo seguir trotando aunque cumpla años, a cualquier paso, el día que me siente no podré volver a hacerlo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario