lunes, 23 de julio de 2018

RETO 28.- EL ORGULLO DEL PAVO REAL


Recuerdo cuando tenía 13 años, sentía un poco de vergüenza por empezar a tener pecho y mi inseguridad me hacía caminar con los hombros encogidos, los brazos cruzados y mi mirada puesta en el suelo.

Es curioso porque estos dos meses estamos preparando Claudia Rosales Mondessini y yo un proyecto emocionante (Run Better, Lead Better) que combina el Walden Running y el Liderazgo.
El objetivo es mostrar las increíbles semejanzas existentes entre ambos si queremos obtener la mayor eficiencia, tanto en las relaciones personales como en el movimiento.
Hemos ido mostrando en paralelo cada una de las disciplinas Walden  y su equivalente en las relaciones personales.
Sea cual sea tu objetivo si persigues un resultado íntegro y eficiente, la hoja de ruta es la misma.

Permíteme Claudia que les haga un adelanto sobre la postura Walden o el lenguaje corporal.
Aquellos que aspiren a ser líderes o influir de algún modo en su entorno deben acercarse a sus posibles “seguidores” con los hombros abierto, el pecho erguido, los brazos relajados sin cruzarse en el centro y la mirando a los ojos.
Esta posición transmite confianza además de lanzar el mensaje de “ no tengo nada que ocultar soy una persona íntegra y no engaño”.

Uauuuu, el lenguaje corporal Walden es el siguiente:

El pecho debe estar abierto, apuntando ligeramente hacia arriba.
De este modo abrimos los pulmones y permitimos una mayor entrada de oxígeno. Si encogemos los hombros, cerramos el pecho y reducimos nuestra capacidad torácica.
Hemos abierto la llave que introduce la energía en el cuerpo con la respiración pero al cerrar los pulmones obstruimos su flujo.
El pecho orienta el cuerpo y le indica donde está el cielo.
Trotamos transmitiendo como radio macuto: “aquí estoy yo, estoy orgullosa de lo que soy y de lo que estoy haciendo, anímate te aseguro que disfrutarás corriendo”
¿Os cuento un secreto?
Ese mensaje no sólo lo emitís al mundo, hay otras ondas que lo proyectan en silencio hacia dentro. Se van metiendo sibilinamente como un alien por nuestra piel, entra en nuestras entrañas y desde las células accede a nuestro sistema nervioso reseteando nuestro ordenador central.
Al cabo de un mes empezamos a captarlo:
“Toc, toc, toc, toc, yo confío, yo espero, yo creo en mi”
Lo que ven perciben los ojos transforma tu entorno, transforma a tus hijos y te transforma a ti.
Pilar Amián
Fundadora del Método Walden
Run Better ,Live and Lead Better

No hay comentarios:

Publicar un comentario