martes, 12 de junio de 2018


Nuevo Reto: Muévete, aunque sea alrededor de la silla, pero muévete.

No es casualidad que todos los sabios, deportistas o no, nos digan: Muévete.

Ayer salí a probar un nuevo ejercicio de Qi Gong mientras practicaba mi Walden Running:  El objetivo favorecer el paso del Yang al Yin y al revés. Permeabilizar mi cuerpo para que la energía fluya sin obstrucción.
Troté con la intención puesta en mis caderas, sintiendo como si mis dedos pulgar e índice las masajearan para animarlas a avanzar, levanté la barbilla y dirigí mi mirada a las nubes.

La filosofía Oriental explica que el camino de la Transformación, que para mi es sinónimo de crecimiento, es el siguiente: 1º.- Movimiento; 2º. Cambio; 3º Transformación; 4º Mutación y 5º Transmutación.
Einstein decía que cuando se atascaba se iba a dar un paseo.
Daniel Kahneman (psicólogo y premio Nobel de economía 2002) cuenta que cuando su mente se bloquea, se levanta y pasea.

No me importa si la explicación es energética, física o química. Yo, visualizo la sangre llegando hasta el último rinconcito de mi cuerpo y aún más, hasta la neurona más alejada de mi cerebro. Entonces, lo entiendo.  La sangre es un Ferrari cargado de guerrilleros dispuestos a limpiarme de tóxicos y llenarme de energía.
¡¡¡Chicos, hay que arrancarlo!!!

No hacen faltan grandes odiseas, sólo moverse. El año pasado consolaba a mi padre que con sus 83 años recién operado no podía salir a darse sus caminatas diarias. El me contestó: Claro que puedo, Pilar, lo hago todos los días. Me levanto, voy de la terraza al pasillo y del pasillo a la terraza. Alucinante!!! Lo hizo y seis meses después ya está otra vez pateando el asfalto con sus paseos.

Es difícil motivar o convencer para salir a moverse porque excusas hay mil y los resultados son invisibles aparentemente. Tenemos mil otras actividades apremiantes que nos llaman cada instante.
Pero os garantizo que si existieran unas gafas en cuatro dimensiones que se pudieran enfocar hacia vuestro interior y pudierais ver lo que ocurre dentro del cuerpo cada vez que  lo acunáis, lloraríais por no haber empezado a hacerlo antes.
Cuantas veces he pensado cómo me gustaría volver atrás para besar más a mis niños, tener más paciencia con ellos, contarles más cuentos antes de acostarles, escucharlos más, motivarles más….
¡¡¡¡Vuestro cuerpo es vuestro niño, todavía podéis mimarlo!!!!  
Os invitamos a que probéis nuestro running. Es un movimiento relajado, inspirado, natural, dentro de tu respiración y de tu ritmo, tanto si quieres machacarte cómo si solo pretendes llegar hasta el pasillo.
Nosotros no os vamos a transformar ni a cambiar ni a mutar, pero si vamos a hacer que nazca en vosotros las ganas de hacerlo.

Pilar Amián
Cofundadora del Método Walden
pamian@metodowalden.com


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