Todos tenemos un niño dentro
Aceptar esto cambió mi forma de relacionarme con los demás
y, sobre todo, conmigo.
Todos necesitamos que nos presten atención.
Todos queremos que nos digan las cosas con delicadeza y que
nos corrijan nuestros defectos con cariño.
Entendí que a mi mente no le gustaba que le diera órdenes,
sin más. Se estresaba, se agobiaba, trataba de ejecutarlas bajo presión y al
final se rendía con la cabeza baja sintiéndose culpable.
“Tienes que correr!! Deja de comer porquerías!! Tienes que
estudiar más!! No pierdas tanto el tiempo tirada en el sofá!!
Cambié mi lenguaje y empecé a prestar a atención a aquellas
cosas que motivaban a mi niño interior. Me observé como si mente fuera uno de
mis pequeñines y yo tratara de que se comieran verduras o que se fueran a la
cama a las 8.
Todo comenzó a fluir de otra manera, despacio, suave y con
ilusión.
Probad a mimaros. Jamás conseguiréis correr o engancharos al
deporte y a la dieta sana por la fuerza.
¿Qué estrategias usabais con vuestros hijos para llevarlos
por vuestro camino?
Juegos, cuentos, premios, alabanzas, incentivos, caramelos,
en fin, imaginación.
Esa es la filosofía de Walden, una forma diferente de
entrenar el “running” usando una buena técnica decorada con mucha imaginación.
Walden Runfulness
Próximo Taller 6 de octubre.
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