ENTRENAMIENTO VIRTUAL.
Este fin de semana, estudiando lo que se está haciendo en
Estados Unidos a nivel de entrenamiento profesional, tropecé con un documental
sobre el futuro de la ciencia y los deportes.
La sección dedicada a los deportes la protagonizaba un
entrenador de fútbol americano y explicaba la diferente entre el entrenamiento
que “padeció” él cuando era jugador y el que desarrollaban sus chicos. Han
pasado de dedicar seis horas diarias a dos.
La consecuencia más evidente para él es la disminución de la
lesiones por desgaste y por sobrecarga que tuvo que sufrir y que le obligaron a
abandonar el juego. Ahora sus chicos con dos horas tienen suficiente.
¿PORQUÉ?
Se trabaja más el entrenamiento virtual, esto es, las
visualizaciones.
Les proyectan videos con las mejores jugadas, las mejores
estrategias, las situaciones más conflictivas y luego les obligan a pensarse en
ellas. Tienen que visualizarse corriendo, pasándose la pelota, esquivando,
lanzándola, esprintando…. Repetir mentalmente la jugada una y otra vez, por la
mañana, por la tarde y por la noche.
Además de soñarse en esas situaciones tienen que añadirle un
plus, INYECTARLE a la escena EL ÉXITO, la satisfacción de conseguirlo, la
EMOCIÓN de la victoria, el PLACER del movimiento. Dibujarse SONRIENDO.
Ha sido fascinante escuchar a este entrenador narrar los
progresos que se consiguen con estas actuaciones y cómo los están aplicando día
tras día, ya sea en grupo, para compartir emociones, ya sea individualmente.
Son CUATRO horas diarias menos de desgaste físico.
TRASLADO A NUESTRO
RUNNING.
Yo, como #runner, llevo probando y comprobando desde hace años sobre
el terreno los resultados tan alucinantes que producen transferir esta práctica
a mi #running.
Me proyecto videos de mis atletas favoritos, los keniatas,
los observo, repaso su postura, su forma de “correr sin esfuerzo”, su avance
suave casi levitando, el balanceo de sus brazos y la cadencia de pasos.
Luego elijo el momento del día (ATARDECER EN AFRICA –me
sitúo en “Memorias de Africa”), un paisaje (la sabana), el clima (airecillo fresquito),
la vestimenta (pantalón cortito y un top), el color de mi piel (tostado), el
pelo suelo agitado por el viento, un compañero (un tigre) y le añado la emoción, PLACER, colocándole una
sonrisa.
Esta escena la repaso mentalmente al acostarme, cada vez que
cierro los ojos, en el metro, en mis momentos de descanso….
Y cuando salgo a correr, la DESTAPO……
TALLER DE ESTA SEMANA
Como yo soy un poco friki con mis técnicas y me encanta
enseñar lo último me llevo el documental a mis clases.
Ahora mi OBJETIVO es que mis chicos disfruten también de
esto, enseñarles a soñar, a proyectar y a desear.
Ayer empezamos con un video precioso de dos kenyatas
deslizándose por Africa. Sino tenemos una imagen no podemos soñar. No puedo
visualizar aquello que desconozco, no puedo soñar con el paraíso si nunca lo he
visto.
Observamos en silencio su levitar.
Luego, cerramos el ordenador, y construimos nuestra imagen.
Cada uno la suya, unos pueden transportarse a la playa y sentir la brisa
marina, otros a un bosque y trotar junto al río mientras oyen el fluir de las
aguas y otros pueden venir conmigo a Africa.
Lo sentimos, nos tatuamos una sonrisa y ………..ahora le toca a
cada uno sacar la diapositiva de vez en cuando para que poco a poco se vaya posando
como arenilla en su subconsciente.
Al cabo de unos días, ocurrirá como el famoso anuncio de la
Coca Cola del cine ( con el mensaje subliminal previamente a la película), que
tras verlo se levante el chico sin saber por qué y dice “voy a tomarme una coca
cola”.
Espero que en breve se levanten por la mañana y sin pensar
digan “VOY A CORRER”
Pilar Amián
Lead Trainer del Método Walden para el running
pamian@metodowalden.com
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