EL SILENCIO DE UN
RUNNER
Un día, por
pura casualidad, de los escasos días en que enciendo la caja tonta, hace unos
años, zapeando, mi mando se detuvo en un canal, y tropecé con Pablo D’Ors. Era
un coloquio sobre el arte y la capacidad creativa, conversaban un músico, un
pintor, un poeta y Pablo (escritor y sacerdote).
Absorta y
sorprendida, escuché, (reconociendo con el corazón y con el alma) cada una de
sus palabras sobre la contemplación y la revelación de belleza que nos puede ofrecer
el paisaje que nos rodea si practicamos el silencio. Continuaba explicando cómo
así se despierta la increíble y fascinante capacidad creativa, que está dentro
de nosotros, sin saberlo.
El RUNNING me había proporcionado, sin
saberlo, ese despertar del que hablaba Pablo al mundo de la contemplación.
El RUNNER tiene muchos momentos de “SILENCIO”, trotando escucha sus latidos, sus
pisadas, el bombeo de su corazón y desconecta del ruido que nos acecha, el murmullo desaparece, y entras en un estado
de trance en el que, como por arte de magia,
se abren los ojos, se despierta la mente creativa y lo entiendes todo,
lo recuerdas todo. Las hojas de los árboles se tornan diferentes, toman relieve,
oyes la música del bosque, sientes la energía de la naturaliza, la salvia como
fluye por los troncos, y quieres
tocarla. A continuación la mente se despierta y encuentras la respuesta a todas
las preguntas bailaban en tu cabeza desde hace años y lo más fasciente, NECESITAS
CREAR
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