LA DEPRESION FISICA Y MENTAL
Si no nos MOVEMOS (la mente y el
cuerpo) MORIMOS o enfermamos.
El ser humano tiene un ciclo
natural que debe seguir, si lo detiene rompe las leyes escritas en sus genes,
que rigen su funcionamiento, se colapsa.
El
sentido de la vida es superarnos, crecer y evolucionar.
MOVIMIENTO-CAMBIO-TRANSFORMACION- MUTACION
Y TRANSMUTACION (cinco ciclos por los que ha de pasar todo ser vivo según
la tradición oriental).
Estamos
diseñados para crecer tanto física como mentalmente y crecimiento viene a
través del movimiento.
Muevo
el cuerpo, con el RUNNING, o cualquier otra actividad que nos aleje del sofá.
Muevo
la mente, con el APRENDIZAJE de nuevas habilidades (o con la interrelación
social)
“Todo crecimiento y evolución
tiene lugar fuera de la ZONA DE CONFORT, pero nuestro pensamiento está al servicio del
mantenimiento de las cosas como están y no al servicio del cambio, por eso es
tan poco fiable”
Es fuera de la zona de confort donde se encuentra nuestro DESTINO. Aquí nuestros talentos se multiplican y alcanzamos nuestra plenitud.
Dentro de ella, anclados en el inmovilismo, está nuestra falsa seguridad, nuestra vida pequeña pero predecible. Aquí enterramos nuestros talentos para entregarlos tal cual al final de nuestras vidas.
1º.- LA DEPRESÍON MENTAL. EL HIPOCAMPO
Este
órgano se rige tres procesos: a) El registro de nuevas experiencias; b) Aprendizaje;
c) experimenta alegría de vivir.
Si
no estimulo mi cerebro, si no muevo mi mente sino que lo lleno de ”realities” y de pensamientos negativos, éste DISMINUYE
poco a poco su tamaño, mueren neuronas.
Cuanto
más pequeño sea el hipocampo menos capacidad tendré de aprender, de vivir, de
atreverme y más sensación de tristeza experimento. ENFERMO mentalmente.
Si
dejo pasar por mi mente todas las desgracias “que jamás sucederán en la
realidad”, asi como recrearse en recuerdos negativos (EL PENSAMIENTO), se
genera un SENTIMIENTO que accede a los núcleos amigdalinos donde están los
núcleos del MIEDO y de la IRA. Su activación activa el HIPOTÁLAMO que envía unos
mensajeros químicos que activan la alarma del cuerpo, el sistema nervioso
simpático, y dan la orden a las glándulas suprarrenales para que empiecen a
producir adrenalina, noradrenalina y CORTISOL. El exceso de cortisol en sangre
vuelve a REDUCIR EL HIPOCAMPO
No
muevo mi mente, reduzco hipocampo, incapacidad de experimentar alegría, enfermo
(me deprimo). Cómo estoy deprimido tengo cada vez más pensamientos de
catástrofes, sigo reduciendo el hipocampo y cada vez soy menos capaz de salir
de aquí. Por eso este tipo de enfermedad OCCIDENTAL es cada vez más difícil de
tratar.
Entro
en el círculo vicioso de la DEPRESIÓN
2º.- LA DEPRESIÓN FÍSICA. EL HIPOCAMPO
El
anquilosamiento de los músculos y órganos (no MOVERSE) es la causa de muchas
enfermedades. El hígado, el general
de todos los órganos, se anquilosa por no hacer ejercicio (entre otras cosas) y
las toxinas se procesan cada vez más lentamente. Enfermamos más por lo que no
eliminamos que por lo que comemos.
Las
personas mayores, en cuanto se sientan y dejan de darse sus paseos, se apagan.
Se mide la longevidad de una persona por la velocidad de sus pasos.
“Hemos
nacido para CORRER”.
EL
HIPOCAMPO.- La buena noticia es que el círculo vicioso antes referido se puede
detener con el RUNNING. Es la llamada NEUROGÉNESIS hasta hace pocos años
rebatida. Las neuronas muertas por la falta de movimiento se pueden regenerar a
través de las células madre que tenemos en los ventrículos. El deporte estimula
su producción en el hipocampo MULTIPLICÁNDOLAS
POR TRES.
El
hipocampo crece, luego soy capaz de experimentar más alegría, éste controla las
amígdalas (miedo y la ira), disminuye estas reacciones, luego de nuevo soy más
féliz, tengo capacidad para aprender más y para mover más mi mente.
Entro
en el círculo vicioso de la FELICIDAD.
¿Cómo puedo contribuir a revertir este
proceso?
Los
grandes logros deportivos ( y los demás) surgen cuando la mente está tan
silenciosa y tranquila como un lago de cristal.
Tremenda
paradoja, en la quietud mental, empieza mi movimiento. Ahí está el punto de
partida para salir de mi zona de confort.
Practicamos
esa quietud a través de:
a)
la respiración, controlando la producción de ácido láctico en el running y de
cortisol en los momentos de estrés, pánico y miedo ante la incertidumbre. A
través de una respiración lenta y controlada bajamos la ansiedad y volvemos a
trabajar sobre el hipocampo;
b)
la meditación, un paso más allá.
El RUNNING nos impulsa además a
dar el primer paso para crecer y desarrollarnos, que es salir de la zona de
confort. A través del entrenamiento batimos la pereza a iniciar el movimiento.
Comprobamos que “el determinante fundamental del logro (en cualquier aspecto de
nuestra vida) en medio de la incertidumbre no es lo inteligentes que somos ni
los conocimientos que poseamos sino la mentalidad que se elija”. (Mario Alonso
Puig)
El RUNNING (mental y físico) es una cuestión DE VIDA O MUERTE
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