jueves, 31 de marzo de 2016

MI TREN.


Volviendo de estas cortas vacaciones, arrastrando la pereza de la vuelta al día a día, cubiertos todavía por el polvo de la ociosidad, apenas encontramos fuerzas para retomar nuestra rutina.

Para superar este pequeño obstáculo, saco mis zapatillas y en la quietud de la ciudad de madrugada,  como si de un decorado se tratara, pateando su asfalto, sin gente, sin ruido, oigo mi respiración y paso a paso mi espíritu va recuperando la alegría y la vitalidad mientras Madrid despierta.

            Porque el RUNNING NO es una META en sí, ni un objetivo, sino el TREN  al que nos subimos para  recargamos de: ENERGÍA, GASOLINA, GANAS, RESOLUCIÓN CONSTANCIA, TESÓN, CLARIVIDENCIA,  y con todo eso conseguir nuestras metas.

 

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