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Historia
Ayer les tocó a los chicos darnos la clase de Walden
Running, los protagonistas fueron ellos, mientras Raúl y yo callábamos.
Tras un año
corriendo, relataron aquello que tenían dominado y aquello que les frustraba.
Previamente
les recordamos nuestro objetivo con el Proyecto Walden : la Superación Personal
a través del control de las cinco herramientas que nos regala la naturaleza y
en el movimiento, sin embargo, nos traicionan.
La
respiración nos ahoga, la mente nos lanza pensamientos boicoteadores, el
sentido interno esfuma, la postura se deforma y la imaginación aprovecha para
extraer recuerdos de escenas de sufrimiento.
Cristina
cerraba la sesión expresándonos su indignación porque tras un seis meses
corriendo no había conseguido disfrutar cuando salía sola; solo con el grupo de
Walden Runners se contagiaba de fuerza y energía. El resto de los chicos
asintieron también.
Meditación
Esta
madrugaba mientras trotaba con Henry entorné los ojos, alcé la mirada al cielo
y medité sobre los comentarios de Cristina:
“Nos
aproximamos al deporte con tantos prejuicios negativos y con un sentido tan
arraigado de que es una obligación dolorosa, que cualquier posibilidad de
disfrutarlo se hace inalcanzable. Le exigimos unas contraprestaciones tan altas
que si hiciéramos lo mismo con nuestros seres queridos nos abandonarían
declarándose impotentes.”
Reflexión.
A lo largo
de nuestra vida emprendemos un montón de actividades sin plantearnos si sufrimos
al practicarlas, si nos cuesta trabajo iniciarlas ni por qué no sonreímos
durante todos los segundos de su ejecución.
Muchas de
ellas son incluso opcionales y las elegimos para nuestras vacaciones.
Pongo el
ejemplo: Un viaje.
“Hacer las
maletas para salir de viaje”. Odio tanto hacerlas que las colocó una semana
antes sobre mi cama para que sea algo paulatino y más llevadero.
Siguiendo
con el mismo ejemplo:
El viaje en
el avión puede ser desde aburridísimo hasta terrible para nuestras piernas,
sobre todo para aquellos que, como yo, tienen la circulación regular pero compramos
el billete llenos de entusiasmo.
La llegada
al hotel agotados, con la incertidumbre de la habitación que nos pueden dar, la
obligación impuesta de soltar el equipaje y salir a recorrer el lugar para no
desaprovechar ni un segundo, es otro plato digno de considerar.
El calor,
el frío, la comida diferente, las largas caminatas o las horas en el autobús si
estamos en un tour son más argumentos para desmotivarnos de esta aventura.
Parece algo
mucho más terrible que salir a correr, y sin embargo, la mayoría, estamos
deseando viajar.
Análisis del viaje
Además, nos aporta muy buenos y bonitos momentos:
1º.- Estamos
de vacaciones y enterramos los problemas laborales incluso personales. Despejamos
la mente.
2º.- Regalamos
nuestros ojos con escenarios diferentes a los habituales.
3º.- Rompemos
rutinas.
…. 4º.- Caminamos
sin parar, a veces sin aliento, esperando con ansiedad girar en la próxima
calle para descubrir una nueva maravilla.
5º.- Al
final del día soñamos con llegar al hotel a descansar y regalarnos con una
cervecita.
Podría
seguir enumerando muchas otras satisfacciones que nos aporta esta actividad
pero prefiero volver a mi running y
compararlo con ésta última.
Nuestras
creencias nos condicionan.
Viajar es
oficialmente un placer y correr es oficialmente de cobardes. Nos tildarían de
paletos si dijéramos lo contrario.
Análisis del running
Ponerse las
zapatillas y abrir la puerta se puede comparar a la pereza de hacer las
maletas. Los quince primeros minutos nuestro cuerpo trata de encender los
motores y casi no pueden arrancar, ¿no es peor estar 8 horas comprimido en un
avión?.
Comentaba
Cristina que pasado ese momento tampoco conseguía la sonrisa. ¿Por qué? ¿Qué le
estás pidiendo a tu cuerpo, que vuele?
Quizás si
rebajamos las expectativas y le pedimos lo mismo que a un viaje, nuestro nivel
de satisfacción aumente.
¿Y si le
exigimos lo mismo que al viaje? Voy a hacer un copia y pega y os dejo que
vosotros valoréis si nos aporta también ese resultado o no:
1º.-
Estamos de vacaciones y enterramos los problemas laborales incluso personales.
Despejamos la mente.
2º.-
Regalamos nuestros ojos con escenarios diferentes a los habituales.
3º.-
Rompemos rutinas.
…. 4º.- Caminamos
sin parar, a veces sin aliento, esperando con ansiedad girar en la próxima
calle para descubrir una nueva maravilla.
5º.- Al
final del día soñamos con llegar al hotel a descansar y regalarnos con una
cervecita.
Aprovecho para recomendar el libro de esta semana: “El
Hombre en busca de sentido” Viktor Frankl.
“La
felicidad es el resultado de una actitud, independientemente de las
circunstancias que la vida nos ofrece”
Propósito.
Hoy el reto
es mirar tu running bajo otro prisma.
Rebaja tu
nivel de exigencias, míralo como se debe mirar a alguien que amas, con
generosidad y entrega, sin esperar nada a cambio, no le pidas nada a tu salida.
No lo juzgues, abre los ojos y observa.
Olvídate de
tus dificultades e inquietudes, poco importa que te consideres frustrado,
simplemente haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro una sonrisa, porque
la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad a sí mismo.
Es un signo de confianza.
Y en el
fondo de tu alma coloca mientras te pones las zapatillas, antes que nada, como
fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te lleno de paz.
Porque cuanto te deprima o inquiete es falso.
Es simplemente una creencia.
Estas haciendo
una historia. Hoy déjate trabajar por el running, o el Walden Running.
Epílogo.
Hace muchos años me aproximé al
running como una enamorada caprichosa. Le pedía que me quitara calorías y que
me pusiera en forma. Le controlaba las horas de salida y de llegada, le marcaba
el entreno.
No le di opción a desplegar su verdad.
Hoy miro
atrás y descubro lo que me aportó cuando decidí dejar de intentar poseerlo:
-
Un
día a la semana salgo con mi hermana Sole, a la que apenas veo a pesar de vivir
las dos en Majadahonda.
Paso a paso descargamos sobre el
Monte nuestras desesperanzas, incentivamos nuestros anhelos y compartimos
alegrías y lamentos. Mi entrenamiento pierde ritmo pero mil alma gana paz y
suelta peso. Volvemos a casa ligeras, sonriendo y deseando retomar la próxima
semana nuestra sesión de psicoterapia.
-
Uno o dos días, salgo con mis compañeros de fatigas. Entrenamos,
aceleramos o si alguno está de bajón, nos ralentizamos.
He tenido la oportunidad de crecer
junto a ellos. He descubierto, sobre el terreno,
el valor de la entrega, la solidaridad y la paciencia, la amistad, la falta de egoísmo
y la humildad. Sus renuncias a sus
tiempos, a sus marcas e incluso a sus medallas por ayudar a un compañero han
transformado mi concepto de lo que es estar realizado.
-
Otros salgo sola, entonces encuentro mi momento de
silencio y me entrego a la oración. Un amigo me chivó tras volver del misterioso retiro
de emaus: “Pilar, somos un sueño de Dios.”
Aprovecho mi trote para hacer un
hueco en mi alma, crear un vacío donde quepa lo nuevo y le digo al cielo. “Ahora
que estoy en silencio, rebélame qué soy en tu sueño para tratar de ser eso.”
Pilar Amián
Fundadora del Método Walden
para el running
Próximo Taller 5 de mayo
www.metodowalden.com