LA CONTEMPLACION
ACTIVA. EL TUNEL DEL TIEMPO.
El Running nunca termina de
sorprenderme y estas vacaciones lo ha vuelto a hacer.
El 1 de agosto salí camino de Cabo de Palos
con el propósito de descansar de todas mis actividades, tanto laborales como
deportivas.
MISIÓN: Vaciado de cuerpo
y mente.
OBJETIVO: Dejar que los
músculos (incluido el cerebro) remoloneen a su anchas aprovechando la pereza
estival para que la información (o entrenamiento) acumulada germine lentamente.
TÉCNICA
ORIENTAL: El cuenco vacío.
La calma del desierto, a través del ayuno
mental (y físico) les proporciona el caldo de cultivo perfecto para encontrar
respuestas. Crear.
OPERACIÓN DESIERTO.
Puesto que el ayuno físico en vacaciones
hubiera sido una tortura, me centré en el mental y deportivo.
Comencé levantándome por las mañanas temprano
y, entre sorbo y sorbo de mi agua templada con limón, observaba el mar con el faro
de Cabo de Palos al fondo.
Algunos días la arena mojada y el
ruido de las olas me llamaban; entonces, mientras todos dormían, hipnotizada
por el oleaje y drogada por el perfume del mar bajaba descalza a trotar, que no
a entrenar.
El objetivo era descargar y vaciar.
Fuera reloj y zapatillas.
EL
TUNEL DEL TIEMPO
Troté sintiendo en mis pies
descalzos la humedad y firmeza de la arena mojada y en mi piel las caricias del
viento o quizás del “cielo”.
Me abstraí mirando las olas.
Olvidé que corría.
Entorné los ojos, incluso los cerré
y encontré un lugar en la oscuridad.
Un lugar más allá del presente y del
futuro, más allá del bien y del mal, que ni siquiera está en el AHORA.
Está en la nada.
Allí el tiempo no existe y los relojes se
paran.
Entras y viajas.
Viajas a un espacio situado entre el cielo
y la tierra, un túnel que los atraviesa donde no hay gravedad, flotas.
Fui succionada por la vacuidad de ese
TUNEL.
Entré en él y descubrí que allí el cuerpo apenas
pesa y sin embargo el corazón quema.
Decidí dejarme llevar y concentrarme
simplemente en entornar los ojos y observar.
CONTEMPLACIÓN
ACTIVA
La meditación consiste (simplificándola) en concentrar
el hemisferio izquierdo del cerebro (el matemático, el que divaga entre el
pasado y el futuro) en un objeto focal, ya sea una vela, el “ommmm” budista, una
vela, rezar o la respiración. De este modo el hemisferio derecho del cerebro (el
emocional o creativo, el que está en el presente) toma el control.
Sus beneficiosos resultados en el
ámbito psico-biológico, constatados por la Medicina Occidental en estos últimos
años, ha hecho que su práctica se popularice en todo el mundo.
Para beneficiarse de lo anterior no
hace falta alcanzar el estado de
levitación o trascendencia al que llegan los lamas tibetanos o aquellos que se
ejercitan con intensidad.
La trascendencia o la contemplación (que
se relegó a los conventos en la tradición cristina) es el último paso.
De ella nos habla el escritor y sacerdote Pablo
D’Ors en su “Biografía del silencio” (Precioso libro que recomiendo
encarecidamente leer).
RUNNING.
El Método Walden es MEDITACIÓN ACTIVA.
Correr concentrándonos en un objeto
focal, en este caso, la RESPIRACIÓN.
Estar en el presente.
Obtienes con un solo acto -correr-
los beneficios del Running más los de la Meditación.
El TUNEL me llevó a la CONTEMPLACIÓN ACTIVA.
Todo aquello que leí en el libro de
Pablo D’Ors me estaba sucediendo, pero, mientras CORRÍA.
El último paso de la meditación “activa”: Trascender.
Pasé, sin proponérmelo, de correr
meditando a correr contemplando.
El nivel de “mindfulness” que
alcancé fue tan intenso que olvidé que tenía cuerpo, me olvidé de mi.
Despareció mi EGO.
Giré la cabeza y descubrí que el mar tenía
un color diferente, y sin embargo era el mismo, la gente que paseaba me parecía
parte de mí y yo era parte de ellos. Mi faro (que no ha cambiado desde la
primera vez que vine aquí hace más de 40 años) se transformó.
Dejó
de ser viejo, sucio y vulgar.
Fue un faro especial, como la rosa del
“Principito” y entendí su misterio.
Todo lo creado me pareció, de
repente, bonito.
Aprendí que lo que nos rodea (personas y cosas)
no son por sí solas, bonitas o feas, sino que es la luz del proyector que las
alumbra la que les concede esa cualidad.
Las personas y las cosas más imperfectas
(como la rosa caprichosa con sus espinas) las podemos transformar con nuestra luz
y hacerlas bellas a nuestros ojos y a los del resto del mundo pero incluso en su
imperfección son diferentes, y por eso especiales.
Repasé en mi mente todas las
imágenes de mis familiares, amigos e hijos y todas ellos me tocaron el corazón.
Vi en cada uno un pequeño detalle que les hacía diferentes y por eso especiales.
Disfruté de mi entorno, me sentí
parte de él y a través de este lazo de comunión alcancé un nivel de consciencia
que sirvió para desempañar un poco mi retina y dejar pasar un hilillo de luz.
Entonces corrí y corrí ansiando
fundirme con mi faro.
ELIGE
Puedes correr dentro de ese túnel o correr con
los pies en la tierra. En el primero no existe ni el tiempo ni el esfuerzo,
sólo hay luz.
En el segundo, tocas tierra. Avanzas
empujando tu cuerpo y los minutos discurren lentamente mientras tratas de bajar
tu ritmo enfrentándote a la resistencia que ofrece el terreno y la fatiga
acumulada en las piernas.
Yo
desde ese día corro mirando al cielo tratando de volver a encontrar la entrada
del TUNEL DEL TIEMPO
APROVECHA el running para buscar tu túnel.
Merece la pena intentarlo
Ahora
el Método Walden también quiere ser CONTEMPLACIÓN ACTIVA.
Ni
presente, ni pasado, ni futuro.
Pilar
Amián
Lead
Trainer del Método Walden para el Running.
Facebook: Metodo Walden
Mail:
mpamian@metodowalden.com
696576050
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