PROYECTO WALDEN. SIEMPRE EL PRIMER DÍA.
Pilar Amián
Creadora y Fundadora del Walden Center
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
Este mes de diciembre cerramos el primer ciclo del proyecto
Walden, camino de transformación interior.
El feed back de nuestros Walden Runners rebosantes de
optimismo, seguridad y ganas ha desbordado las expectativas que Raúl y yo teníamos.
La satisfacción de comprobar cómo se contagia de unos a otros la energía positiva
es fascinante; incluso nuestro grupo de andadores
ha logrado trotar sus 30 minutos disfrutando de sus sentidos.
Este domingo se estrenarán muchos con su primera carrera de
5 o de 10 en el Monte del Pilar.
Hemos llegado al último elemento del Método Walden, las
visualizaciones, esto es, el poder de la mente.
Este es mi favorito puesto que introduce la magia que
ilumina el camino y conduce a la culminación del proceso; ésta nos transforma en
líderes de nuestro cuerpo y de nuestro entorno.
El cambio interior nos da la seguridad y confianza que nos
faltaba para dirigir solos nuestros pasos. Ya no buscamos modelos a quien
imitar, tomamos decisiones originales, sin importarnos lo que haga el resto. El
cuerpo, la mente y el alma sincronizados marcarán mi rumbo.
Hemos aprendido a respirar y a través de este ejercicio a
calmar la tormenta que agita nuestra mente, podemos ya ver el horizonte y en él
contemplar nuestras metas. El siguiente paso será elegir aquellas que deseamos,
subirlas tres escalones más arriba y empezar a soñar con ellas.
Hemos construido un faro y hemos dejado de ser barcos a la
deriva, desde este mes, tenemos un rumbo fijo.
Este proceso descrito anteriormente actúa sobre el
inconsciente, quien dirige el 80% de nuestros movimientos. Nuestro target es
modificar los automatismos anteriores que nos anclaban en una estrecha zona de
confort y crear unos nuevos que pisen el círculo protector que nos limita. Hay
que romper, destrozar hábitos estrechos y ampliar nuestros horizontes.
Los pasos a seguir para explotar el
poder de la mente son los siguientes.
1. Creer que puedo.
El desarrollo de nuestro running
con nuestros pequeños logros nos ha aportado la seguridad y autoestima
necesaria para que la “biología de la creencia” siga su curso. Yo puedo.
2. Elegir qué deseo y convertirlo en algo
sublime.
Puesto que la vida rebaja
siempre en unos grados los logros conseguidos, cuanto más altos pongamos
nuestros objetivos más se asemejará el resultado rebajado a nuestra meta real.
Por ejemplo, si mi meta real es
correr un 10 km, mi deseo los escalo y lo visualizo en una maratón; así al
final el resultado estará entre una
media o un 10 sobrado. Si mi deseo es montar una empresa textil a nivel
nacional, proyecto éste en la creación de la misma pero a nivel internacional,
me quedaré en una a nivel europeo 😉
3. Selecciono las imágenes que correspondan a
mis metas y las asocio a la sensación de placer.
Me veo corriendo una maratón, relajada,
sonriendo, feliz, sintiendo el aire acariciando mi piel, sin sensación de esfuerzo
en un paisaje idílico; o me imagino llevando mi empresa entusiasmado,
seleccionando el producto, abriendo franquicias en Estados Unidos y teniendo
mil ideas que a mis clientes les fascinan.
4. Repito las proyecciones mentales día y
noche.
En el Walden Running se hacer
tras un calentamiento de 20 minutos, una sesión de Meditación Activa y un
escaneo del cuerpo. El estado de relajación inducida al que se llega favorece la
capacidad creativa, siendo el momento perfecto bien para potenciar el
entrenamiento proyectando imágenes mías corriendo como un kenyata o trotando al
ritmo de las gacelas (mis favoritas) o bien para acercar mis metas recreando y dando forma mis sueños.
Este proceso es un atajo en el sendero de la vida, nos
saltamos muchos tramos de sudores, duros entrenamientos y esfuerzos. No quiero decir
con esto que simplemente soñándome haciendo una maratón pueda conseguirlo, entrenar
es absolutamente necesario y si le unimos la meditación la eficiencia será
mayor. No obstante, el poder de la mente, resta muchas horas de entrenamiento
físico, profesional o personal; esto nos evita lesiones por sobre entrenamiento
y desgaste por estrés o ansiedad.
El entrenamiento de los cuatro primeros elementos del Método
Walden son imprescindibles (respiración, meditación, armonía y técnica) ,
siempre siguiendo el orden marcado, pero el último eslabón de las le añadirá el
toque mágico que escalará cualquier resultado.
Es el poder de la mente, una tierra desconocida, aquel que
la conquista se convierte en líder de su vida, de su cuerpo y de su gente.
En enero empezamos un nuevo ciclo en el que volveremos desde
el kilómetro cero (la respiración) a enseñaros a ascender suavemente por la
ladera que culmina en vuestro cielo.
Subid a nuestro tren que os conducirá al lugar que siempre
habéis soñado
Destino:
Walden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario