"Hoy he soñado con otra vida con otro mundo, a vuestro lado!"
Esta mañana una de nuestros Walden Runners Irene Perez Bendalla nos ha felicitado el año con esta preciosa canción de los Secretos. La he escuchado una y mil veces porque refleja el espíritu de nuestro proyecto Walden y sus comienzos. Gracias Irene “Ayúdame y te habré ayudado”. Plantar un árbol con nuestras cenizas, resucitar a través de nuestro running y construir otra vida, otro mundo lleno de ilusiones y esperanzas, caminando/trotando a vuestro lado. En Walden soñamos con un mundo nuevo que surja de las cenizas de la crisis que hemos atravesado. Soñamos con eliminar del lenguaje de nuestros Walden Runners las frases que se han anclado en nuestro país y quizás también en Europa de “elijamos el menos malo”, “conformémonos con lo que tenemos”, “es lo que hay y suerte tenemos”, “no existe nada mejor”.. Creemos que cada uno de nuestros pasos transpiran fe y pasión. Fe en un futuro mejor, pasión por participar en su construcción; y esto se contagia. La Madre Teresa de Calcuta consiguió cambiar una parcela muy grande haciendo “cosas pequeñas con gran amor”. Pongámonos como meta este 2018 dar nuestros pequeños pasos llenos de amor y pasión. Quemad vuestros rencores, limpiad vuestra casa de telarañas y haced sitio desde ese vacío para que este nuevo año entre la llama de la pasión y la ilusión en vuestras vidas. Repetir ese mantra al correr al son de la inspiración y la expiración. Raúl y yo lo hicimos y así nació el Método Walden; tras leer varias veces cada una de las felicitaciones de nuestros chicos estos días he comprobado cómo la llama se va extendiendo como la pólvora. Imposible apagarla ya. Ayer preguntaba Raúl en los grupos, ¿Meditad porqué corréis? Las respuestas que nuestros chicos dieron fueron fascinantes, son ya Walden Runners: creen en otra vida, en otro mundo. Yo corro porque creo que cada paso que doy subo un escalón hacia mis sueños, cada piedra que dejo atrás es un “no puedo” que se esfuma y cada cuesta que culmino es una vela que se enciende. Corro porque quiero transformarme en alguien mejor, quiero aprender a ser humilde y entender la vida sin juzgar. Corro porque creo que los pequeños esfuerzos hacen la mente más fuerte y flexible. Corro porque la fatiga anestesia a la razón y libera el ser idealista y guerrillero que (todos) llevo dentro. Corro porque no quiero rendirme jamás y deseo seguir luchando hasta el último día de mi vida. Corro porque se puede cambiar el mundo, ya lo hicieron muchos, dando pequeños pasos con gran amor. Corro porque quiero que mis hijos reciban este mensaje y sean a su vez, ellos, mensajeros de Fe, Esperanza e Ilusión. Feliz 2018 a todos y especialmente a nuestra gran Comunidad de Walden Runners. Pilar Amian y Raúl de la Cruz Life Trainers Método Walden
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
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METODO WALDEN para el running Runfulness. Run Here Now Abarca nuestras tres áreas: Mente, Cuerpo y Alma. Entrena tus pensamientos, tu técnica, y tus emociones La clave es el CONTROL CONSCIENTE: 1.-Respiración (CC de la respiración).- 2.- Walden Runfulness (CC pensamientos con el mindfulness) 3.- Walden Harmony (CC. del Sexto Sentido - sentido interno) 4.- Postura Walden.- (CC del lenguaje corporal) 5.- Visualizaciones (CC de la Imaginación)
domingo, 31 de diciembre de 2017
jueves, 21 de diciembre de 2017
RUN TO FORGIVE.
Hagamos el propósito estas Navidades de borrar del mapa de nuestra vida pasada aquellas carreteras sinuosas o torcidas.
Cojamos una mopa limpia y pasémosla despacio y suavemente sobre la superficie de nuestra pizarra mental mientras repetimos el mantra de “perdono, perdono, perdono y perdono”. Debemos hacer esto conscientemente visualizando en el proceso uno a uno cada uno de los personajes y recovecos turbulentos de esa carretera hasta que quede un trazado sin escollos.
El acto de perdonar el pasado revierte en nuestro beneficio, nos libera de lastres y nos coloca libres ante el futuro, capacitados desde ese momento para proyectar una realidad llena de esperanzas e ilusiones. No perdonar nos a perjudica a nosotros única y exclusivamente porque nos incapacita para mirar al frente y ver las cosas bonitas que nos rodean, nubla nuestros ojos, centrando nuestra atención en el pasado que ya no tiene remedio. Las buenas oportunidades sobrevuelan nuestras cabezas y nos dejan de lado.
¿Acaso podríamos hacer una buena carrera si fuéramos mirando atrás? ¿No tropezaríamos cada dos por tres y además seríamos incapaces de disfrutar del paisaje?
Nosotros, solo nosotros, somos responsables de nuestra vida presente, jamás nuestros padres. No podemos echar la culpa a nadie puesto que somos libres de usar las herramientas con las que contamos, por pocas que sean y construir a partir de ellas la ilusión y esperanza o paralizarnos repasando las que no tenemos y deberíamos poseer y lamentándonos por ello.
Pongamos un ejemplo: Si tenemos que reparar una mesa rota y apenas contamos con instrumentos para arreglarla, tenemos dos opciones:
Todos nos colocamos en la vida en la misma casilla de salida. Unos despegan con el saco lleno de bienes materiales y emocionales y otros lo llevan casi vacío.
No llegan más lejos los que más recibieron sino aquellos que supieron aprovechar lo que había dentro de su saco, por poco que fuera y comenzaron a caminar sin mirar el saco del vecino. Estos últimos construirán algo bonito seguro.
Nuestra Comunidad Walden, es consciente de esto y este es uno de los valores que tratamos de transmitir a nuestros chicos. La línea de salida está ahí al alcance de todos, no nos valen las excusas de que no tengo la constitución física de mi vecino, no tengo edad o supone mucho esfuerzo. Todos podemos trotar cualquiera que sea el contenido de nuestro saco, hemos nacido para ello, unos serán la liebre, otros el pelotón y otros el coche escoba, pero cada uno de ellos es importante y tiene una función.
Abramos nuestra mochila, observemos detenidamente su contenido: hay piernas, hay imaginación, hay ganas y hay corazón. ¿Qué más necesitamos? El resto no importa, con estas cuatro herramientas podemos construir la mejor mesa, podemos fabricar un mundo lleno de ilusiones y esperanzas para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros familiares y para nuestros amigos.
Los únicos requisitos para unirse a nuestros Walden Runners son:
Bienvenidos Walden, un mundo sin miedos, un mundo de esperanzas.
Pilar Amian
Fundadora y Creadora
Life Trainer
Método Walden
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
Hagamos el propósito estas Navidades de borrar del mapa de nuestra vida pasada aquellas carreteras sinuosas o torcidas.
Cojamos una mopa limpia y pasémosla despacio y suavemente sobre la superficie de nuestra pizarra mental mientras repetimos el mantra de “perdono, perdono, perdono y perdono”. Debemos hacer esto conscientemente visualizando en el proceso uno a uno cada uno de los personajes y recovecos turbulentos de esa carretera hasta que quede un trazado sin escollos.
El acto de perdonar el pasado revierte en nuestro beneficio, nos libera de lastres y nos coloca libres ante el futuro, capacitados desde ese momento para proyectar una realidad llena de esperanzas e ilusiones. No perdonar nos a perjudica a nosotros única y exclusivamente porque nos incapacita para mirar al frente y ver las cosas bonitas que nos rodean, nubla nuestros ojos, centrando nuestra atención en el pasado que ya no tiene remedio. Las buenas oportunidades sobrevuelan nuestras cabezas y nos dejan de lado.
¿Acaso podríamos hacer una buena carrera si fuéramos mirando atrás? ¿No tropezaríamos cada dos por tres y además seríamos incapaces de disfrutar del paisaje?
Nosotros, solo nosotros, somos responsables de nuestra vida presente, jamás nuestros padres. No podemos echar la culpa a nadie puesto que somos libres de usar las herramientas con las que contamos, por pocas que sean y construir a partir de ellas la ilusión y esperanza o paralizarnos repasando las que no tenemos y deberíamos poseer y lamentándonos por ello.
Pongamos un ejemplo: Si tenemos que reparar una mesa rota y apenas contamos con instrumentos para arreglarla, tenemos dos opciones:
- Lamentarnos porque no tenemos el material adecuado, ni destornillador eléctrico, ni cola especial, ni otros instrumentos mientras que las casas de tus amigos si las tienen y la culpa es de tu mujer porque las dejó al vecino o de los niños que lo han perdido. La mesa se queda sin arreglar y la familia estresada.
- O abrir el cajón, mirar lo que ahí, tratar de solucionar el problema con los instrumentos que efectivamente tenemos sin mirar atrás. Hemos salido adelante.
Todos nos colocamos en la vida en la misma casilla de salida. Unos despegan con el saco lleno de bienes materiales y emocionales y otros lo llevan casi vacío.
No llegan más lejos los que más recibieron sino aquellos que supieron aprovechar lo que había dentro de su saco, por poco que fuera y comenzaron a caminar sin mirar el saco del vecino. Estos últimos construirán algo bonito seguro.
Nuestra Comunidad Walden, es consciente de esto y este es uno de los valores que tratamos de transmitir a nuestros chicos. La línea de salida está ahí al alcance de todos, no nos valen las excusas de que no tengo la constitución física de mi vecino, no tengo edad o supone mucho esfuerzo. Todos podemos trotar cualquiera que sea el contenido de nuestro saco, hemos nacido para ello, unos serán la liebre, otros el pelotón y otros el coche escoba, pero cada uno de ellos es importante y tiene una función.
Abramos nuestra mochila, observemos detenidamente su contenido: hay piernas, hay imaginación, hay ganas y hay corazón. ¿Qué más necesitamos? El resto no importa, con estas cuatro herramientas podemos construir la mejor mesa, podemos fabricar un mundo lleno de ilusiones y esperanzas para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros familiares y para nuestros amigos.
Los únicos requisitos para unirse a nuestros Walden Runners son:
- Aprender a soltar lastre, perdonar al pasado porque con tanto peso sobre nuestras espaldas no se puede correr
- Aprender a levantar la barbilla, mirar al frente y sonreir.
Bienvenidos Walden, un mundo sin miedos, un mundo de esperanzas.
Pilar Amian
Fundadora y Creadora
Life Trainer
Método Walden
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
domingo, 17 de diciembre de 2017
PROYECTO WALDEN. SIEMPRE EL PRIMER DÍA.
Pilar Amián
Creadora y Fundadora del Walden Center
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com
Este mes de diciembre cerramos el primer ciclo del proyecto
Walden, camino de transformación interior.
El feed back de nuestros Walden Runners rebosantes de
optimismo, seguridad y ganas ha desbordado las expectativas que Raúl y yo teníamos.
La satisfacción de comprobar cómo se contagia de unos a otros la energía positiva
es fascinante; incluso nuestro grupo de andadores
ha logrado trotar sus 30 minutos disfrutando de sus sentidos.
Este domingo se estrenarán muchos con su primera carrera de
5 o de 10 en el Monte del Pilar.
Hemos llegado al último elemento del Método Walden, las
visualizaciones, esto es, el poder de la mente.
Este es mi favorito puesto que introduce la magia que
ilumina el camino y conduce a la culminación del proceso; ésta nos transforma en
líderes de nuestro cuerpo y de nuestro entorno.
El cambio interior nos da la seguridad y confianza que nos
faltaba para dirigir solos nuestros pasos. Ya no buscamos modelos a quien
imitar, tomamos decisiones originales, sin importarnos lo que haga el resto. El
cuerpo, la mente y el alma sincronizados marcarán mi rumbo.
Hemos aprendido a respirar y a través de este ejercicio a
calmar la tormenta que agita nuestra mente, podemos ya ver el horizonte y en él
contemplar nuestras metas. El siguiente paso será elegir aquellas que deseamos,
subirlas tres escalones más arriba y empezar a soñar con ellas.
Hemos construido un faro y hemos dejado de ser barcos a la
deriva, desde este mes, tenemos un rumbo fijo.
Este proceso descrito anteriormente actúa sobre el
inconsciente, quien dirige el 80% de nuestros movimientos. Nuestro target es
modificar los automatismos anteriores que nos anclaban en una estrecha zona de
confort y crear unos nuevos que pisen el círculo protector que nos limita. Hay
que romper, destrozar hábitos estrechos y ampliar nuestros horizontes.
Los pasos a seguir para explotar el
poder de la mente son los siguientes.
1. Creer que puedo.
El desarrollo de nuestro running
con nuestros pequeños logros nos ha aportado la seguridad y autoestima
necesaria para que la “biología de la creencia” siga su curso. Yo puedo.
2. Elegir qué deseo y convertirlo en algo
sublime.
Puesto que la vida rebaja
siempre en unos grados los logros conseguidos, cuanto más altos pongamos
nuestros objetivos más se asemejará el resultado rebajado a nuestra meta real.
Por ejemplo, si mi meta real es
correr un 10 km, mi deseo los escalo y lo visualizo en una maratón; así al
final el resultado estará entre una
media o un 10 sobrado. Si mi deseo es montar una empresa textil a nivel
nacional, proyecto éste en la creación de la misma pero a nivel internacional,
me quedaré en una a nivel europeo 😉
3. Selecciono las imágenes que correspondan a
mis metas y las asocio a la sensación de placer.
Me veo corriendo una maratón, relajada,
sonriendo, feliz, sintiendo el aire acariciando mi piel, sin sensación de esfuerzo
en un paisaje idílico; o me imagino llevando mi empresa entusiasmado,
seleccionando el producto, abriendo franquicias en Estados Unidos y teniendo
mil ideas que a mis clientes les fascinan.
4. Repito las proyecciones mentales día y
noche.
En el Walden Running se hacer
tras un calentamiento de 20 minutos, una sesión de Meditación Activa y un
escaneo del cuerpo. El estado de relajación inducida al que se llega favorece la
capacidad creativa, siendo el momento perfecto bien para potenciar el
entrenamiento proyectando imágenes mías corriendo como un kenyata o trotando al
ritmo de las gacelas (mis favoritas) o bien para acercar mis metas recreando y dando forma mis sueños.
Este proceso es un atajo en el sendero de la vida, nos
saltamos muchos tramos de sudores, duros entrenamientos y esfuerzos. No quiero decir
con esto que simplemente soñándome haciendo una maratón pueda conseguirlo, entrenar
es absolutamente necesario y si le unimos la meditación la eficiencia será
mayor. No obstante, el poder de la mente, resta muchas horas de entrenamiento
físico, profesional o personal; esto nos evita lesiones por sobre entrenamiento
y desgaste por estrés o ansiedad.
El entrenamiento de los cuatro primeros elementos del Método
Walden son imprescindibles (respiración, meditación, armonía y técnica) ,
siempre siguiendo el orden marcado, pero el último eslabón de las le añadirá el
toque mágico que escalará cualquier resultado.
Es el poder de la mente, una tierra desconocida, aquel que
la conquista se convierte en líder de su vida, de su cuerpo y de su gente.
En enero empezamos un nuevo ciclo en el que volveremos desde
el kilómetro cero (la respiración) a enseñaros a ascender suavemente por la
ladera que culmina en vuestro cielo.
Subid a nuestro tren que os conducirá al lugar que siempre
habéis soñado
Destino:
Walden.
miércoles, 13 de diciembre de 2017
La PASIÓN siempre engaña a las excusas.
Cuando nos lanzamos a algún proyecto (deportivo, familiar, empresarial) con pasión nada ni nadie nos desviará del objetivo.
La pasión, en cuanto a entusiasmo (no la pasión romántica) es la encarnación de Dios en el hombre.
Es el momento de gloria, en el que bloqueamos las tormentas de pensamientos negativos que nos amenazan desde nuestra mente y desde el exterior, para dejar salir esa parte de nosotros que comparte la naturaleza divina. ¿Acaso no estamos hechos a su imagen y semejanza?
Los momentos de pasión nos guían a ciegas hacia nuestros sueños. La alegría por la vida se apodera de nosotros.
Lo más difícil no es dejarse llevar por la pasión sino buscar el sueño que nos motive, nuestro guía.
Para el tiempo diez minutos todas las noches antes de cerrar los ojos y busca dentro de ti cuales son tus sueños. Cierra los ojos, duerme y deja que tu subconsciente los elabore. Al despertar escríbelos en tu agenda.
En un mes tendrás tu faro y la pasión fluirá.
Cuando nos lanzamos a algún proyecto (deportivo, familiar, empresarial) con pasión nada ni nadie nos desviará del objetivo.
La pasión, en cuanto a entusiasmo (no la pasión romántica) es la encarnación de Dios en el hombre.
Es el momento de gloria, en el que bloqueamos las tormentas de pensamientos negativos que nos amenazan desde nuestra mente y desde el exterior, para dejar salir esa parte de nosotros que comparte la naturaleza divina. ¿Acaso no estamos hechos a su imagen y semejanza?
Los momentos de pasión nos guían a ciegas hacia nuestros sueños. La alegría por la vida se apodera de nosotros.
Lo más difícil no es dejarse llevar por la pasión sino buscar el sueño que nos motive, nuestro guía.
Para el tiempo diez minutos todas las noches antes de cerrar los ojos y busca dentro de ti cuales son tus sueños. Cierra los ojos, duerme y deja que tu subconsciente los elabore. Al despertar escríbelos en tu agenda.
En un mes tendrás tu faro y la pasión fluirá.
En nuestro Walden Center luchamos fundamentalmente para que aprendas a crear tus mentas, incluso te empujamos un poco más para que las subas un escalón más arriba de las que nunca te pudiste imaginar.
¿Cómo lo hacemos? A través del Walden Running despertamos el sexto sentido, aquel que aviva la pasión.
Pilar Amián
Creadora y Fundadora del Walden Center.
Life Training and Leadership
Dr. Wayne Dyer.
" Here’s a concept you won’t want to forget: passion always trumps excuses. Keep in mind that when I use the word passion, I’m not referring to the romantic notions that this concept conjures. Instead, I’m equating it to a vigorous kind of enthusiasm that you feel deep within you and that isn’t easy to explain or define. This kind of passion propels you in a direction that seems motivated by a force beyond your control. It’s the inner excitement of being on the right path, doing what feels good to you, and what you know you were meant to do.
" Here’s a concept you won’t want to forget: passion always trumps excuses. Keep in mind that when I use the word passion, I’m not referring to the romantic notions that this concept conjures. Instead, I’m equating it to a vigorous kind of enthusiasm that you feel deep within you and that isn’t easy to explain or define. This kind of passion propels you in a direction that seems motivated by a force beyond your control. It’s the inner excitement of being on the right path, doing what feels good to you, and what you know you were meant to do.
It’s my contention that the mere presence of passion within you is all you need to fulfill your dreams. Remember that God is in no need of excuses, ever. The creative Divine Spirit is able to manifest anything it contemplates, and you and I are the results of its contemplating itself into material form. Thus, when we have an emotional reaction that feels like overwhelming passion for what we’re contemplating, we’re experiencing the God within us…and nothing can hold us back. Passion is a feeling that tells you: This is the right thing to do. Nothing can stand in my way. It doesn’t matter what anyone else says. This feeling is so good that it cannot be ignored. I’m going to follow my bliss and act upon this glorious sensation of joy.
When you’re enthusiastic, nothing seems difficult. When you have passion, there are no risks: family dramas become meaningless, money isn’t an issue, you know that you have the strength and the smarts, and the rules laid down by others have no bearing on you whatsoever. That’s because you’re answering your calling—and the you who is doing the answering is the highest part of you, or the God within.
The presence of passion within you is the greatest gift you can receive. And when it’s aligned with Spirit, treat it as a miracle, doing everything you can to hold on to it. I feel this way about the creation of my books. I’ve learned over the years that when I go to that place of passion within me, there’s no force in the universe that can interfere with my completing a project. My life is consumed by the passion I feel for what I’m doing—yet I know that as long as I feel this, I’m experiencing the God within.
My enthusiasm seems to cause my world to endlessly offer me cooperative, co-creating experiences. I’m willing and I’m eager, and not just about my writing—I feel the same way about staying in shape, enjoying my family, giving a lecture, or whatever it may be. If you have passion, there is no need for excuses, because your enthusiasm will trump any negative reasoning you might come up with. Enthusiasm makes excuses a nonissue. When you seek the presence of your creative Spirit and are filled with passion about virtually everything you undertake, you’ll successfully remove the roadblocks from your life and enjoy the active presence of Spirit.
domingo, 10 de diciembre de 2017
Walden Center: Un Mundo sin Miedos, un Mundo de Esperanzas
Thoreau escribió ya en el siglo XIX :
Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación”
Lo he visto en mis familiares, en mis amigos, en mi trabajo, en mis viajes y en mí.
El miedo al futuro o a lo que no controlamos domina nuestras decisiones, incluso nuestra postura. Si nos observáramos en un espejo mientras caminamos comprobaríamos que llevamos los hombros encogidos para defendernos, de ahí que casi todos tenemos dolores de cuello y de cervicales.
Ese miedo se ha hecho ya crónico, lo hemos integrado en nuestra mente como algo natural pero es el único responsable de nuestro mal humor, nuestro estrés , nuestra ansiedad e incluso a la agresividad que mostramos unos con otros.
Educamos a nuestros hijos, dirigimos nuestras empresas, interactuamos en nuestro trabajo y decidimos sobre nuestro futuro condicionados por esa sombra silenciosa que se cierne sobre nuestras cabezas.
Imaginaos una Escuela cuyo objetivo fuera enseñar a ser inmune a esa desesperación:
Desenmascarar al miedo.
Cuyo lema fuera “Crear un mundo de esperanzas.”
Esa escuela existe, se llama Walden Center y su Manual es el Walden Running.
Este centro entrena la mente a través del running y potencia el running usando la mente.
Nuestros maestros son la respiración, la meditación, el Mindfulness, la armonía, la postura y la imaginación.
Se visten con sus mejoras galas y usan todas sus artimañas para vencer al miedo, adornar al cuerpo, estimular a la mente y llenar de fantasía el movimiento.
Recuperan la sabiduría de Oriente para fusionarla en nuestra mente con todo lo experimentado y demostrado en Occidente.
Hemos fundado el Walden Running porque creemos que el poder ilimitado de la mente sólo se puede extraer empezando a trabajarla con el movimiento. El running canalizado por nuestros Maestros capacita a nuestra mente para desenmascarar y combatir a nuestros miedos.
Al final la silenciosa desesperación de Thoreau queda al descubierto y no pudiendo soportar la intensidad de la luz, nos abandona.
El running no nos cambia de un día para otro. Se produce una mutación muy sutil que trote a trote, paso a paso va penetrando por los poros de nuestra piel, ascendiendo por nuestro cuerpo, como la llama de una vela, hasta que un día, sin saber cuándo ni cómo, la hallamos en nuestros corazones y ya no se vuelve a apagar jamás.
Nuestra finalidad no es enseñar a correr, para eso ya hay muchas escuelas, sino enseñaros a cambiar, a alcanzar la paz y la serenidad a través del running.
Queremos que esa sea vuestra plataforma de despegue para liberaros del mal humor, de los miedos, de la ansiedad, de la agresividad o resumiendo, de la desesperación
Si quieres entrar en Walden, debes estar dispuesto a correr y a cambiar.
Debes creer en tu mente y los Maestros de este running harán el resto.
Tras tres meses corriendo descubrirás lo que es:
-Paciencia.
-Diligencia.
-Consistencia.
-Concentración
-Gestión de estrés.
-Control de la reactividad emocional y la ansiedad.
-Humildad.
-Creatividad.
-Liderazgo.
El Walden Running es la Escuela de la Vida, es el “life training” que nunca recibimos y tuvimos que improvisar uniendo experiencias del pasado y temores del futuro.
Hagan un mundo sin miedo y tendrán un mundo lleno de esperanzas.
Pilar Amian
Creadora y Fundadora
Life Trainer
Walden Center
El miedo al futuro o a lo que no controlamos domina nuestras decisiones, incluso nuestra postura. Si nos observáramos en un espejo mientras caminamos comprobaríamos que llevamos los hombros encogidos para defendernos, de ahí que casi todos tenemos dolores de cuello y de cervicales.
Ese miedo se ha hecho ya crónico, lo hemos integrado en nuestra mente como algo natural pero es el único responsable de nuestro mal humor, nuestro estrés , nuestra ansiedad e incluso a la agresividad que mostramos unos con otros.
Educamos a nuestros hijos, dirigimos nuestras empresas, interactuamos en nuestro trabajo y decidimos sobre nuestro futuro condicionados por esa sombra silenciosa que se cierne sobre nuestras cabezas.
Imaginaos una Escuela cuyo objetivo fuera enseñar a ser inmune a esa desesperación:
Desenmascarar al miedo.
Cuyo lema fuera “Crear un mundo de esperanzas.”
Esa escuela existe, se llama Walden Center y su Manual es el Walden Running.
Este centro entrena la mente a través del running y potencia el running usando la mente.
Nuestros maestros son la respiración, la meditación, el Mindfulness, la armonía, la postura y la imaginación.
Se visten con sus mejoras galas y usan todas sus artimañas para vencer al miedo, adornar al cuerpo, estimular a la mente y llenar de fantasía el movimiento.
Recuperan la sabiduría de Oriente para fusionarla en nuestra mente con todo lo experimentado y demostrado en Occidente.
Hemos fundado el Walden Running porque creemos que el poder ilimitado de la mente sólo se puede extraer empezando a trabajarla con el movimiento. El running canalizado por nuestros Maestros capacita a nuestra mente para desenmascarar y combatir a nuestros miedos.
Al final la silenciosa desesperación de Thoreau queda al descubierto y no pudiendo soportar la intensidad de la luz, nos abandona.
El running no nos cambia de un día para otro. Se produce una mutación muy sutil que trote a trote, paso a paso va penetrando por los poros de nuestra piel, ascendiendo por nuestro cuerpo, como la llama de una vela, hasta que un día, sin saber cuándo ni cómo, la hallamos en nuestros corazones y ya no se vuelve a apagar jamás.
Nuestra finalidad no es enseñar a correr, para eso ya hay muchas escuelas, sino enseñaros a cambiar, a alcanzar la paz y la serenidad a través del running.
Queremos que esa sea vuestra plataforma de despegue para liberaros del mal humor, de los miedos, de la ansiedad, de la agresividad o resumiendo, de la desesperación
Si quieres entrar en Walden, debes estar dispuesto a correr y a cambiar.
Debes creer en tu mente y los Maestros de este running harán el resto.
Tras tres meses corriendo descubrirás lo que es:
-Paciencia.
-Diligencia.
-Consistencia.
-Concentración
-Gestión de estrés.
-Control de la reactividad emocional y la ansiedad.
-Humildad.
-Creatividad.
-Liderazgo.
El Walden Running es la Escuela de la Vida, es el “life training” que nunca recibimos y tuvimos que improvisar uniendo experiencias del pasado y temores del futuro.
Hagan un mundo sin miedo y tendrán un mundo lleno de esperanzas.
Pilar Amian
Creadora y Fundadora
Life Trainer
Walden Center
www.metodowalden.com
lunes, 4 de diciembre de 2017
Ojalá Sueñes con nosotros en Walden.
Una mañana de invierno, hace ya muchos años, me sorprendí deseando. Soñaba en voz muy muy baja, era tan tenue el tono de mis pensamientos que apenas los podía oir. Traté de aguzar el oído, pero nada, salía el sonido y en seguida mi mente hacía ruido para enmascararlo y mi conciencia ahogaba el derecho a pronunciarlos.
Me incorporé en la cama asombrada y decidí observar el proceso cual si yo fuera una extraña sentada en la sala de un cine. Me saqué de la escena y contemplé la película:
Empezó el film con el esbozo de una aspiración tratando de dibujarse. Apareció en mi cabeza y pujó por hacerse hueco entre la maraña de pensamientos que la poblaban. La siguiente secuencia fue a los 10 segundos: la mente, dirigida por la razón, entró en acción y boicoteó el proceso de concretización. Sacó la artillería pesada y comenzó a lanzar su metralla :
Al final no quedó nada ni siquiera un recuerdo. Fui testigo de cómo se borraron de mi cabeza todas las ilusiones y las esperanzas, en realidad nunca llegaron ni a crearse. Presencié cómo mis elecciones eran reconducidas por la rutina y las creencias impuestas o aprendidas.
Dios mío!!!, pensé, he sido protagonista de una película de guerra con un final catastrófico. Desenlace: mueren los buenos ganan los malos.
Odio las películas así.
Mi Consejero Espiritual
Asustada, apagué el proyector, me quedé unos segundos en blanco y opté por consultar a mi gabinete de crisis. Me puse mis five-fingers y salí a correr hacia mi “Walden Center”
En Walden les llamamos los niños llorones, - ¿y si no debo, y si me canso, y si no tengo derecho, y si hay una guerra nuclear?”- . porque tratan de boicotear siempre los planes.
Raúl y yo hemos contratado en nuestro Walden Center a una maravillosa Baby Sitter para que no nos molesten estos niños llorones mientras aprendemos a correr. La hemos llamado respiración. A todo el que entra en nuestra comunidad, lo primero que se le entrena es a su baby sitter.
Ahora, vuelvo a mi historia.
Mi Walden Running silenció a los niños llorones y éstos se aburrieron y me abandonaron, la respiración los tuvo controlados.
Tras veinte minutos de trote, apareció mi consejero espiritual, esto es, aparecí yo. Yo libre de prejuicios, complejos y miedos; yo, con todas mis infinitas posibilidades, libre de temores.
Mi running ligero, suave, acompasado y armonioso recargó mis ganas; éstas se hicieron fuertes y se llenaron de confianza y seguridad.
Se volvió a encender sólo el proyector mental y cambió la película, la pantalla se llenó a la vez de imaginación y realismo. Mis ojalás volvieron a asomar la cabeza y ahora si se concretizaron.
Es más, mi consejero espiritual los avivó con su fuego. Mis neuronas se contagiaron del vértigo y se lanzaron mensajes entre ellas cargados de sueños. Una nueva ruta neuronal se comenzó a trazar en mi cerebro.
La rebeldía.
Esa mañana, decidí invertir el proceso.
Al llegar a casa cogí mi móvil, abrí mi icono de “notas” y escribí todos mis “ojalás”. Uno tras otro, sin miedos ni vergüenzas, todos aquellos que salieron a flote mientras corría. Empecé a escribir y escribir y fue increíble, no podía parar, salían a borbotones, fue como si mis dedos se movieran solos. Mi razón no dirigía, mi mente tampoco, ni siquiera mi consciencia, había algo que pulsaba las letras.
Terminé y los leí, me sentí un poco intrépida, pero como soy rebelde, pensé, no voy a borrarlos jamás. Es más, los voy a leer todas las mañanas cuando me levante, que es cuando tengo más energía.
“Ojalá pueda cambiar… Ojalá pueda crear… Ojalá pueda mover montañas aunque para la lógica del mundo sea imposible…Ojalá tenga fuerzas para no rendirme nunca… Ojalá pueda correr una maratón, Ojalá pueda enseñar a los demás que podemos cambiar y que el running nos ayuda a ello,…. Ojalá pueda crear una Comunidad de Walden Runners“.. y muchísimos más que guardo para mí.
Odio que mi mente me controle. Odio que me limite y me diga lo que no puedo hacer.
Rompí el embrujo y me atreví a aspirar.
Ya está, me dije, no sé si se cumplirán o no, pero jamás desaparecerán ni serán un simple esbozo porque desde ese momento se habían transformado en algo tangible, eran letras.
La realidad
Sigo leyéndolo muchas mañanas, a veces se me saltaban las lágrimas porque muchos Ojalás se han convertido en realidad. Uno de ellos son mis Walden Runners, que ya existen, están corriendo, meditando, contemplando y seguro que soñando.
Otros siguen siendo letras, pero ya no son osadías ni barbaridades sino sueños lícitos que dirigen mis pasos, construyen mi camino. Si no los hubiera escrito mis elecciones habrían sido diferentes y ni siquiera habría sido consciente de que un día, hace muchos años, tuve ilusiones.
Hoy corro, siento, camino con un horizonte, mis ojalás. Ellos le dan estabilidad y seguridad a mi vida.
Cuando alguien me pregunta: - ¿cómo puedes saber qué sendero tomar o que decisión adoptar?
Yo contesto: - Lo tengo fácil porque hace años tracé el horizonte, hoy sólo elijo aquella opción que me conduzca a ese destino. Me monto en mi Walden Running y dejo que mis pasos construyan el camino.
Recupera tus ojalás
Atrévete a escribirlas. Nuestras aspiraciones han dejado de existir como proyecto interno y se ha eliminado de por vida su posible consecución.
Sé valiente.
Empieza por tratar de revelarte a ti mismo tus esperanzas, sin vergüenza.
¡Un día me dijeron, Pilar “eso es irreal, en España, las cosas no funcionan así, pon los pies en el suelo!!!! ¡Si ocurriera eso sería un auténtico milagro!!!
Entonces se me encendió una luz y en vez de desmotivarme me dije: - Pero es que yo creo en los milagros!! 😉
Sonreí y recordé de repente unas notas que me había leído mi hija Carmen de sus reuniones de catequesis: “Todo lo que pidas en oración creyendo lo recibirás pues nada hay imposible para Dios”
Ayuda al cielo a crear tus milagros desvelándole tus ojalás.
Entra en nuestra Comunidad Walden y enseñaremos a tu baby sitter a silenciar a los niños llorones para que tu consejero espiritual pueda desenterrar tus sueños.
Pilar Amian
Fundadora y Creadora
Lead Trainer
Método Walden
Una mañana de invierno, hace ya muchos años, me sorprendí deseando. Soñaba en voz muy muy baja, era tan tenue el tono de mis pensamientos que apenas los podía oir. Traté de aguzar el oído, pero nada, salía el sonido y en seguida mi mente hacía ruido para enmascararlo y mi conciencia ahogaba el derecho a pronunciarlos.
Me incorporé en la cama asombrada y decidí observar el proceso cual si yo fuera una extraña sentada en la sala de un cine. Me saqué de la escena y contemplé la película:
Empezó el film con el esbozo de una aspiración tratando de dibujarse. Apareció en mi cabeza y pujó por hacerse hueco entre la maraña de pensamientos que la poblaban. La siguiente secuencia fue a los 10 segundos: la mente, dirigida por la razón, entró en acción y boicoteó el proceso de concretización. Sacó la artillería pesada y comenzó a lanzar su metralla :
- “no tienes derecho”, “pon los pies en el suelo”, “sé realista” “mira como están los demás y tú te permites el lujo de soñar” “eso es imposible” …
Al final no quedó nada ni siquiera un recuerdo. Fui testigo de cómo se borraron de mi cabeza todas las ilusiones y las esperanzas, en realidad nunca llegaron ni a crearse. Presencié cómo mis elecciones eran reconducidas por la rutina y las creencias impuestas o aprendidas.
Dios mío!!!, pensé, he sido protagonista de una película de guerra con un final catastrófico. Desenlace: mueren los buenos ganan los malos.
Odio las películas así.
Mi Consejero Espiritual
Asustada, apagué el proyector, me quedé unos segundos en blanco y opté por consultar a mi gabinete de crisis. Me puse mis five-fingers y salí a correr hacia mi “Walden Center”
- Aquí tengo que hacer un inciso para aquellos que no pertenecen todavía a la Comunidad Walden.
En Walden les llamamos los niños llorones, - ¿y si no debo, y si me canso, y si no tengo derecho, y si hay una guerra nuclear?”- . porque tratan de boicotear siempre los planes.
Raúl y yo hemos contratado en nuestro Walden Center a una maravillosa Baby Sitter para que no nos molesten estos niños llorones mientras aprendemos a correr. La hemos llamado respiración. A todo el que entra en nuestra comunidad, lo primero que se le entrena es a su baby sitter.
Ahora, vuelvo a mi historia.
Mi Walden Running silenció a los niños llorones y éstos se aburrieron y me abandonaron, la respiración los tuvo controlados.
Tras veinte minutos de trote, apareció mi consejero espiritual, esto es, aparecí yo. Yo libre de prejuicios, complejos y miedos; yo, con todas mis infinitas posibilidades, libre de temores.
Mi running ligero, suave, acompasado y armonioso recargó mis ganas; éstas se hicieron fuertes y se llenaron de confianza y seguridad.
Se volvió a encender sólo el proyector mental y cambió la película, la pantalla se llenó a la vez de imaginación y realismo. Mis ojalás volvieron a asomar la cabeza y ahora si se concretizaron.
Es más, mi consejero espiritual los avivó con su fuego. Mis neuronas se contagiaron del vértigo y se lanzaron mensajes entre ellas cargados de sueños. Una nueva ruta neuronal se comenzó a trazar en mi cerebro.
La rebeldía.
Esa mañana, decidí invertir el proceso.
Al llegar a casa cogí mi móvil, abrí mi icono de “notas” y escribí todos mis “ojalás”. Uno tras otro, sin miedos ni vergüenzas, todos aquellos que salieron a flote mientras corría. Empecé a escribir y escribir y fue increíble, no podía parar, salían a borbotones, fue como si mis dedos se movieran solos. Mi razón no dirigía, mi mente tampoco, ni siquiera mi consciencia, había algo que pulsaba las letras.
Terminé y los leí, me sentí un poco intrépida, pero como soy rebelde, pensé, no voy a borrarlos jamás. Es más, los voy a leer todas las mañanas cuando me levante, que es cuando tengo más energía.
“Ojalá pueda cambiar… Ojalá pueda crear… Ojalá pueda mover montañas aunque para la lógica del mundo sea imposible…Ojalá tenga fuerzas para no rendirme nunca… Ojalá pueda correr una maratón, Ojalá pueda enseñar a los demás que podemos cambiar y que el running nos ayuda a ello,…. Ojalá pueda crear una Comunidad de Walden Runners“.. y muchísimos más que guardo para mí.
Odio que mi mente me controle. Odio que me limite y me diga lo que no puedo hacer.
Rompí el embrujo y me atreví a aspirar.
Ya está, me dije, no sé si se cumplirán o no, pero jamás desaparecerán ni serán un simple esbozo porque desde ese momento se habían transformado en algo tangible, eran letras.
La realidad
Sigo leyéndolo muchas mañanas, a veces se me saltaban las lágrimas porque muchos Ojalás se han convertido en realidad. Uno de ellos son mis Walden Runners, que ya existen, están corriendo, meditando, contemplando y seguro que soñando.
Otros siguen siendo letras, pero ya no son osadías ni barbaridades sino sueños lícitos que dirigen mis pasos, construyen mi camino. Si no los hubiera escrito mis elecciones habrían sido diferentes y ni siquiera habría sido consciente de que un día, hace muchos años, tuve ilusiones.
Hoy corro, siento, camino con un horizonte, mis ojalás. Ellos le dan estabilidad y seguridad a mi vida.
Cuando alguien me pregunta: - ¿cómo puedes saber qué sendero tomar o que decisión adoptar?
Yo contesto: - Lo tengo fácil porque hace años tracé el horizonte, hoy sólo elijo aquella opción que me conduzca a ese destino. Me monto en mi Walden Running y dejo que mis pasos construyan el camino.
Recupera tus ojalás
Atrévete a escribirlas. Nuestras aspiraciones han dejado de existir como proyecto interno y se ha eliminado de por vida su posible consecución.
Sé valiente.
Empieza por tratar de revelarte a ti mismo tus esperanzas, sin vergüenza.
¡Un día me dijeron, Pilar “eso es irreal, en España, las cosas no funcionan así, pon los pies en el suelo!!!! ¡Si ocurriera eso sería un auténtico milagro!!!
Entonces se me encendió una luz y en vez de desmotivarme me dije: - Pero es que yo creo en los milagros!! 😉
Sonreí y recordé de repente unas notas que me había leído mi hija Carmen de sus reuniones de catequesis: “Todo lo que pidas en oración creyendo lo recibirás pues nada hay imposible para Dios”
Ayuda al cielo a crear tus milagros desvelándole tus ojalás.
Entra en nuestra Comunidad Walden y enseñaremos a tu baby sitter a silenciar a los niños llorones para que tu consejero espiritual pueda desenterrar tus sueños.
Pilar Amian
Fundadora y Creadora
Lead Trainer
Método Walden