MEDITACIÓN DE LOS DELFINES.
Aprendiendo a creer en nosotros.
Los niños aceptan con una naturalidad aplastante todo
aquello que sus seres queridos les cuentan, tienen una tendencia innata (ley
natural) a confiar y creer en los demás y por consiguiente en ellos mismos. La
magia opera en su vida de forma sencilla hasta que la sociedad o su entorno
provoca la desconexión del canal directo que existía entre su corazón y la
realidad. La razón manipulada por la experiencia toma el control.
LA MAGIA
Cuando mi
hermana era pequeña (soy 16 años mayor), como era mi ahijada, le contaba que yo
era en realidad su hada madrina. Ella se
creía a pies juntillas que había venido de un bosque encantado y que era capaz
de conseguir que todos sus sueños se hiciera realidad. Vivía feliz confiando a
ciegas en que nada malo podría pasarle en el colegio y nadie jamás podría
enturbiar sus momentos de gloria. Todavía hoy, con sus 35 años, me lo recuerda. Nuestros hijos creen tanto en nosotros que la
simple presencia de “mamá” hace desaparecer el dolor de una caída o un golpe.
Cuántas veces mi madre me ha llevado a la cama una cucharadita con agua y azúcar
diciéndome que esa medicina haría que me curara antes. El efecto placebo sólo
se desencadena si lo sustenta la FE.
En la autobiografía
de Santa Teresa de Jesús su madre relata en una carta anécdotas de la infancia
de su hija, “un día llegó corriendo por la mañana a mi lecho y me dijo mamá que
ganas tengo de que te mueras y así puedas ir a ese sitio tan maravilloso del
que nos hablas (el paraíso)”. Terrible comentario para un adulto porque no nos
creemos ni siquiera los mensajes que les transmitimos a nuestros hijos. Ellos
si.
Tremenda
responsabilidad la de aquellos padres que pudiendo inyectar a sus hijos con
estos mensajes estimulantes utilizan la comparación negativa y el desaliento en
su lugar. Tienen la varita mágica en sus manos para convertirlos en personas
felices que por creer en ellos cambien el mundo.
EL PODER DE
LA CREENCIA.
¿En qué momento de nuestras vidas dejamos de creer en
nosotros?
El entorno
y la entrada en el siglo de la razón ha relegado los conocimientos que están
guardados en nuestro corazón (-la intuición) al más completo ostracismo. Priman
los mensajes desalentadores que nos vienen de fuera sobre la información
guardada en nuestro subconsciente.
¿Qué contiene esa información?
Nuestras
POSIBILIDADES, las posibilidades del ser. Ahí está el recuerdo de todo lo que
somos capaces de hacer, que es mucho. Son nuestros talentos, nuestros dones,
las baraja con la que llegamos a este mundo para resolver cualquier situación y
multiplicar nuestra creatividad.
Al final no
es MAGIA, es solo la CREENCIA.
-
Es creer en uno mismo
-
Es volver a creer en la verdad.
-
Es recuperar la confianza del niño.
-
Es soñar de nuevo.
LA MEDITACIÓN.
¿Cómo
puedo recuperar ese recuerdo y volver a creer en mi?
1º.-
TRASCENDER.- Para poder resolver un problema o ser “objetivo” sobre una
situación es necesario salir de ella, dejar de ser parte implicada en el proceso.
Hay que aproximarse a esa realidad desde
una perspectiva diferente, mirarla desde arriba como si fuera un observador
imparcial, como si estuviera viendo una película. Así, descargados de la
emoción, se nos ocurrirán mil ideas fantásticas e innovadoras que de otra
manera jamás hubiéramos visto.
2º.- ESCUCHAR AL CORAZÓN.- Unos
minutos de silencio, respirando profundamente, nos conecta de nuevo con nuestro
interior y extrae el recuerdo de que yo “puedo”. Haz que tus decisiones estén
basadas en lo que sientes más que en el ruido que te rodea.
Esto
se consigue con la meditación. Aprendes a trascender, desconectando del ruido
del entorno y subes a un plano desde donde todo lo ves con mayor objetividad; y
por otro lado la respiración es un medio de reconectar el corazón con la acción
limpiando la mente.
Hoy nuestro TALLER de RUNNING comenzará
con la MEDITACIÓN DE LOS DELFINES.
Vamos a concentrarnos poco a
poco en la respiración, en nuestro cuerpo y volaremos hasta una playa bañada
por un mar plagado de delfines. Nos van a curar y devolver la confianza en el
yo SOLO puedo.
Vamos a ser nuestras madres y
querernos de esa misma manera, transformando los mensajes del exterior en otros
alentadores, como así hizo la madre de Einstein
Después
cargados del yo puedo, salimos a trotar, entrenando para la CARRERA DE LA MUJER
de este domingo.
Porque
FUNCIONA, no es magia, es LA VERDAD.
Pilar Amián
Lead Trainer del Método Walden para el running
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